¿Qué es el Meeting? 

Es el final de los años 70. Entre algunos amigos de Rimini, que comparten la experiencia cristiana, nace el deseo de encontrar, conocer y llevar a Rimini todo lo bueno que hay en la cultura de ese tiempo. Así comienza el Meeting para la amistad entre los pueblos en el 1980. Un encuentro entre personas de confesiones y culturas distintas. Un lugar de amistad donde se puede construir la paz, la convivencia y la amistad entre los pueblos. Una red de encuentros que nacen de personas que ponen en común una tensión por lo verdadero, el bien, lo bello. 

Desde entonces cada año llegan grandes personajes de la política, de la economía, representantes de religiones y culturas, intelectuales y artistas, deportistas y protagonistas del escenario mundial. La cultura en el Meeting se expresa como experiencia, generada por el deseo de descubrir la belleza de la realidad. Todo esto en los siete días de la cita que se ha vuelto con los años el festival cultural con más participación del mundo. 

En la última semana de agosto Rimini se vuelve la capital de la cultura internacional y es invadida por “el pueblo del Meeting”, como ha sido definido por los medios: gente curiosa, abierta, capaz de juicio, proveniente de todo el mundo por este evento que se repite desde el inicio de los años 80. 

Desde su origen, el Meeting ha apostado por el deseo y la pasión que cada hombre tiene en el corazón, ese deseo de belleza, verdad, justicia que don Luigi Giussani, fundador del movimiento de Comunión y Liberación, ha llamado experiencia elemental, terreno común para el encuentro y el diálogo. 

  

LOS RASGOS INCONFUNDIBLES 

Los voluntarios, el corazón del Meeting 

Por cada edición, de Italia y de cada parte del mundo, llegan a Rimini millares de voluntarios que, pagándose el viaje y alojamiento, organizan, construyen, gestionan y después desmontan el Meeting. Un testimonio vivo de cómo la gratuidad es un valor posible y experimentable; la belleza de hombres que gratuitamente se vacían para hacer experiencia de la verdad y dar testimonio de ella. 

Una identidad clara, una apertura infinita 

Esta posición humana y cultural es el punto de partida para una mirada dirigida a todo el mundo. El Meeting es un lugar donde es posible la valorización recíproca, donde la diferencia del otro es una provocación positiva, una ayuda para descubrir la verdad correspondiente a las exigencias del hombre. Por esto cada año parcticipan judíos, budistas, ateos, ortodoxos y musulmanes. 

Temas transversales, en relación con el mundo 

Cada año, en torno al título, se habla de economía, arte, literatura, ciencia, política, problemas sociales, música de todo tipo. Una curiosidad y transversalidad única en el mundo. Durante 30 años asociación privada, ahora fundación, cada año el Meeting dialoga con instituciones, representaciones diplomáticas, entidades públicas y privadas.